El razonamiento inductivo es la capacidad de detectar generalizaciones, reglas o regularidades1 en un contexto determinado. Por ejemplo, averiguar los puntos en común entre un grupo de objetos, la regla para una secuencia numérica, etc.
Proporciona una base fundamental para comprender las regularidades del conocimiento y generar conceptos y categorías en nuestra vida diaria2 que guardan una estrecha relación con la resolución de problemas y el establecimiento de relaciones causales3. Ante problemas desconocidos, los procesos inductivos son los que generan reglas hipotéticas que serán probadas por acciones y observaciones posteriores4.
El razonamiento inductivo se considera un componente básico del pensamiento y es uno de los procedimientos de cognición más ampliamente estudiados. Está altamente asociado con el aprendizaje y es a menudo denominado “potencial de aprendizaje”5. Abarca la capacidad de transferir el conocimiento adquirido en un contexto a nuevas situaciones. No es de extrañar que el razonamiento inductivo sea uno de los principales factores que predicen el éxito académico6.
El razonamiento inductivo es un proceso mental mediante el cual una persona analiza premisas particulares para sacar una conclusión general que puede o no ser válida. En términos muy sencillos, el proceso de razonamiento inductivo funciona así: observas una información particular y desconocida, encuentras un patrón, creas una hipótesis y formulas una teoría. En este sentido, es lo contrario del razonamiento deductivo en el que partimos de una teoría general para llegar a una premisa particular.
Por ejemplo, en test de razonamiento inductivo con series numéricas, se te presenta una secuencia de números sin ninguna otra información. Cada número es una premisa particular y debes encontrar el patrón (la regla) detrás de la secuencia. Luego, debes formular una o más hipótesis y probarlas para llegar a una conclusión (teoría). En una situación de la vida real, la validez de la teoría no siempre es aparente o demostrable, pero en una situación de test, puedes verificar si es correcta o incorrecta al observar las posibles respuestas.
A modo de comparación, si el test estuviera pensado para evaluar el razonamiento deductivo, el ejercicio te daría primero la teoría, es decir, las reglas que gobiernan la secuencia de números, y luego se te pediría que llegaras a un dígito en particular.
Te damos otro ejemplo, ahora con una situación de la vida real. Imagina que estás mirando a un grupo de personas que prueban el mismo tipo de bebida y ves que se estremecen con el primer trago. La bebida y cada persona son las premisas particulares, el patrón es el estremecimiento. En tu proceso de análisis, puedes inducir que la bebida es amarga o que sabe mal. Tu teoría puede ser correcta o incorrecta. Puede ser que la bebida esté simplemente demasiado caliente o fría y el estremecimiento no tenga nada que ver con su sabor. Pero eso se demostrará con otras habilidades de razonamiento distintas de la inducción.
El razonamiento inductivo está conectado con el razonamiento abstracto y conceptual. En términos simples, es la habilidad que te permite "pensar fuera de la caja" y percibir e interpretar el ambiente y el estado de ánimos de los presentes en una sala.
La práctica te ayudará a familiarizarte y sentirte más cómodo con el proceso de pensamiento inductivo. También te ayudará a entrenar esta habilidad de manera general.
Además, debes hacer algunos ejercicios del test que deseas realizar. Los test de razonamiento inductivo pueden utilizar más de un tipo de pregunta para evaluar a los examinados. A través de la práctica, conocerás el tipo de ejercicios que podrías enfrentar y su propósito. También te ayudará a entender el proceso de pensamiento que cada uno requiere.
Ten en cuenta que algunas preguntas pueden estar diseñadas para intentar engañarte y hacer con que induzcas un patrón o hipótesis falsos. El objetivo de estos test es garantizar una evaluación precisa de tus habilidades de razonamiento, lo que incluye la capacidad de detectar estos trucos y clasificar la información en lo que es relevante y lo que no lo es.
No son sólo las preguntas las que pueden contener información “tramposa” para engañarte y hacer que cometas un error en tu razonamiento. Las posibles respuestas también están diseñadas para ser deliberadamente confusas.
Los examinadores utilizan normalmente dos estrategias cuando se trata de las posibles respuestas. Por un lado, pueden contener figuras o números tan diferentes y/o distantes que te hacen cuestionar si pasa algo y si hay algo que no estás viendo o teniendo en cuenta. Por otro lado, pueden contener opciones tan similares que, a primera vista, parece haber más de una respuesta correcta.
Para evitar cualquiera de estos errores, intenta concentrarte únicamente en la pregunta en sí y en resolver el ejercicio. Una vez que creas que has encontrado la respuesta correcta, búscala entre las opciones disponibles, selecciónala y pasa a la siguiente pregunta. No te detengas en las opciones restantes o podrías empezar a dudar de ti mismo.
Este es un buen consejo cuando se enfrentan preguntas con secuencias para las que necesitas inducir la regla que las rige para encontrar la figura o el dígito que falta. En lugar de agregar una incógnita a tu proceso de pensamiento, intenta trabajar solo con lo que conoces.
En otras palabras, en lugar de pensar "¿Qué sigue?" intenta deconstruir la secuencia que ya tienes delante. Una vez que descubras la regla que la rige, encontrarás la respuesta de forma natural.
Referencias:
1 Klauer, K. & Phye, G. (2008). Inductive Reasoning: A Training Approach. Review of Educational Research. 78(1), 85–123.
2 Klauer & Phye, 2008
3 Vo, D & Csapó, B. (2020). Development of inductive reasoning in students across school grade levels. Thinking Skills and Creativity, 37, 100699
4 Perret, P. (2015). Children’s inductive reasoning: Developmental and educational perspectives. Journal of Cognitive Education and Psychology, 14(3), 389-408
5 Tissink, Hamers, & van Luit, (1993) cit in Csapó, B. (1997). The Development of Inductive Reasoning: Cross-sectional Assessments in an Educational Context. International journal of behavioral development. 20 (4), 609–626.
6 Vo & Csapó, 2020