Howard Gardner fue el primer psicólogo investigador que propuso la teoría de que existen diferentes tipos de inteligencia. Antes de su investigación (y todavía hoy en día en muchos campos de estudio), la inteligencia solo se asociaba con habilidades cognitivas lógico-matemáticas.
Según él, no es correcto decir que alguien es más inteligente que los demás simplemente porque posee un nivel más alto de razonamiento lógico y se siente cómodo manejando números. Solo lo aparenta porque son esas las habilidades y capacidades que la mayoría de los test de CI y de inteligencia se enfocan en evaluar.
Por ejemplo, tomemos a un lingüista que se especializa en descifrar idiomas antiguos, pero es terrible con los números. Su trabajo requiere un alto grado de razonamiento lógico, conocimiento del lenguaje y razonamiento tanto inductivo como deductivo. Sin embargo, como es malo con los números, podría ser considerado menos inteligente que alguien que carece de cualquiera de sus otras habilidades, pero que puede jugar fácilmente con los dígitos.
Esta incongruencia es una de las muchas cuestiones que aborda Gardner en su libro de 1983, “Frames of the Mind: The Theory of Multiple Intelligences'' (publicado en castellano con el título “Estructuras De La Mente: La Teoría De Las Inteligencias Múltiples”).
El psicólogo estadounidense defiende que es imposible juzgar la inteligencia de alguien considerando solamente uno o dos factores. También cree que los métodos psicométricos tradicionales para medir la inteligencia son demasiado limitados y no pueden asimilar todas las habilidades que una persona podría poseer.
De hecho, en su libro, sugiere que hay 7 tipos de inteligencia (más tarde añadió un octavo tipo).
Las personas con una inteligencia corporal-cinestésica desarrollada tienen una buena coordinación del cuerpo y la mente, y un buen sentido del tiempo. También poseen buenas habilidades motoras finas y gruesas, que a menudo se traducen en la capacidad de usar sus manos para transformar elementos.
Además, también son muy conscientes del objetivo de un movimiento o acción física, lo que les permite entrenar fácilmente sus respuestas corporales.
Los individuos con alta inteligencia corporal-cinestésica tienden a sobresalir como atletas, bailarines, soldados, constructores y médicos.
Como ya sugiere el nombre, las personas con un alto grado de inteligencia interpersonal son particularmente buenas en interactuar con otras personas.
Les resulta natural leer a las personas y las situaciones sociales y pueden captar fácilmente señales verbales y no verbales en cualquier interacción. Debido a esto, muestran habilidades particularmente buenas para comprender e inferir el estado de ánimo y el temperamento de alguien, y para adaptar su propio comportamiento, planes y estrategias en consecuencia.
Estos individuos son normalmente buenos en carreras que implican interactuar con otros, ya sea porque se identifican con ellos (profesores, psicólogos, trabajadores sociales) o porque les resulta fácil leer a las personas y adaptar su discurso para lograr su objetivo (políticos, vendedores).
La inteligencia intrapersonal se refiere a la capacidad de entenderse a uno mismo (a diferencia de la inteligencia interpersonal en la que el enfoque está en comprender a los demás). Las personas con un alto nivel de este tipo de inteligencia son conscientes de sus sentimientos, pensamientos y emociones. Entienden por qué piensan o sienten de cierta manera, detectan qué puede o no desencadenarlo y predicen sus propias reacciones en diferentes situaciones.
Este autoconocimiento consciente les permite comprender claramente sus debilidades y fortalezas, lo que les ayuda a establecer estrategias y planes personalizados siempre que quieren lograr un objetivo.
La inteligencia lingüística se ha vuelto cada vez más valorada en los campos de la psicología y la psicometría. De hecho, la mayoría de las pruebas de CI, independientemente del sistema de evaluación aplicado, normalmente tiene un apartado dedicado a intentar medir este tipo de inteligencia.
Se refiere a la capacidad cognitiva de pensar y expresarse mediante palabras. Las personas con un alto grado de inteligencia lingüística tienen la habilidad de encontrar fácilmente las palabras más adecuadas y de adaptar su discurso de tal manera que puedan ser claramente entendidas cuando quieren transmitir una idea u opinión.
Normalmente, se sienten atraídos por actividades como leer, escribir y aprender nuevos idiomas. Como resultado, también suelen ser buenos en memorizar palabras y textos.
Los escritores, por ejemplo, tienden a tener un alto nivel de inteligencia lingüística, así como los oradores públicos.
Este tipo de inteligencia a menudo se confunde con el concepto de inteligencia en general. La razón puede radicar en el hecho de que involucra diferentes habilidades cognitivas importantes, como el pensamiento crítico, lógico y abstracto, el razonamiento, las habilidades para resolver problemas y la capacidad para comprender y expresar sistemas y elementos a través de números.
Cuanto más desarrollado esté, más fácil será para los individuos inferir, deducir o comprender los principios subyacentes de un sistema de causa y efecto. Estos individuos suelen ser buenos en actividades que impliquen planificar, estructurar y aplicar procesos de manera lógica.
Las personas con una inteligencia musical desarrollada son más sensibles a los sonidos, ritmos, tonos, melodías y timbres. Les resulta fácil memorizar melodías y ritmos y detectar ruidos sutiles y sonidos que otros ni siquiera pueden oír.
Normalmente son buenos cantantes, artistas, compositores musicales, entrenadores vocales y en otras carreras relacionadas con la música.
Es uno de los tipos de inteligencia más estudiados, junto con la lógico-matemática y lingüística. Se refiere a la capacidad de ver con el "ojo de la mente" y considerar las cosas en tres dimensiones.
Los individuos con una inteligencia espacial desarrollada logran crear fácilmente una imagen mental en 3D de un objeto y moverlo y cambiarlo mentalmente para percibir diferentes perspectivas y qué cambios ocurrirían en el mundo físico.
Por lo general, son muy creativos y suelen ser buenos en carreras relacionadas con la arquitectura, el diseño y la lectura de mapas.
Este tipo de inteligencia no se incluyó en las primeras 7 publicadas por Gardner en 1983. Solo fue propuesto por el autor en 1995, para abarcar a las personas que parecen particularmente sensibles al medio ambiente y a los cambios en la naturaleza.
Estos individuos pueden reconocer e interpretar fácilmente cambios en la fauna y flora y utilizan esta información de manera productiva y constructiva, ya sea a través de la agricultura, la jardinería, la caza o en las ciencias biológicas, por ejemplo.
La propuesta de Gardner de la existencia de diferentes tipos de inteligencia fue vista como un gran avance en psicología, particularmente por maestros y trabajadores sociales que encontraron en ella una buena guía para comprender mejor a los niños y su potencial.
Sin embargo, su teoría todavía es debatida y refutada por muchos investigadores hoy en día, ya que algunos tipos se basan únicamente en evidencia empírica y no pueden probarse científicamente.
Referencias:
Gardner, H. (1983). Frames of Mind: The Theory of Multiple Intelligences. New York: Basic Books
Gardner, H. (1995). Reflections on Multiple Intelligences: Myths and Messages. The Phi Delta Kappan, 77(3), 200-209.